Cuando el viento sopla palabras

Tomamos el coche ese día y nos dirigimos a esa cabaña que tanto me gustaba de pequeño. Antes de ir hacia allá pasamos por unos amigos a sus casas, entre ellos iba Daniel, una persona bastante extraña, su mirada era como perdida y nunca mostraba expresión alguna, únicamente la seriedad que lo caracterizaba.
Yo no quería que fuera, pero su hermana, la cual era mi querer de aquellos momentos me dijo que lo invitara, que le haría bien salir y divertirse un rato, así fue como acepte. Pero para ser sinceros, este chico me ponía los cabellos de punta.

Ya entrada la noche y de camino a la cabaña, nos detuvimos en una tienda de un pueblito muy pequeño, para comprar un poco de alcohol y comida, ya que estaríamos ahí algunos días. Bajamos únicamente Daniel, un amigo y yo a la tienda, las chicas se quedaron con otro amigo, Cesar, en la camioneta. Los 3 platicábamos que seria lo indicado para llevar, si un vodka o un whisky, como no nos pusimos de acuerdo, nos llevamos las 2 botellas y unas cuantas cervezas cuando de repente un ruido muy potente llamo nuestra atención y enseguida un grito, el grito de mi chica. Deje las botellas en la caja y salí corriendo, la camioneta ya no se encontraba ahí, y nosotros estábamos en una tienda solos, en un pueblo que desconocíamos.

Daniel estaba muy nervioso cuando dejamos la tienda, la gente del pueblo simplemente desapareció, no había nadie y sin embargo se escuchaba una música bastante tranquila. Comenzamos a caminar no sin antes ver que había pasado con la camioneta, o ver si podíamos deducir algo, pero no había nada! Lo único que había era una pulsera de Fernanda(mi chica), nada más.

Todos estábamos bastante preocupados, pero como no se veía señal de violencia nos dijimos que podía ser una broma y que Cesar debió conducir hacia la cabaña, que lejos de ahí no estaba, aproximadamente 20 minutos a pie. Mientras caminábamos, nos fuimos calmando y hasta Daniel, el chico extraño, se veía bastante relajado. Y comenzó a contarnos algo escalofriante, nos dijo que su padre un día intento abusar de su hermana, y el señor al ver que su hijo mayor observaba, corrió hacia el y fue el quien tomo el lugar de la niña y lo amenazo de muerte, le indico que el día que su hermana se enterara el se moría, y su madre también, esta ultima es una mujer enferma de cáncer, que lleva meses peleando por su vida y el señor no aparentaba ser violento en lo mas mínimo. Julián y yo escuchábamos la historia mientras descansábamos de la caminata. Tomamos algunas cervezas y vimos que la gente del pueblo nos veía de una forma muy extraña, ya que nosotros sin darnos cuenta, nunca vimos que la gente comenzó a aparecer de la nada, todos cubiertos con mantos grises y negros, como si vinieran de una misa, pero por dios, eran la 1 AM, y además … la música seguía sonando.

Le dije a Daniel que si se sentía bien, ya que comenzó a llorar y me dijo que no, que extrañaba a su hermana. Yo le dije que también, y que ella esta bien, el asintió y me sonrío, por primera vez en mucho tiempo. En ese momento, emprendimos el camino de nuevo. En ese momento ofrecí un cigarrillo y nadie lo acepto así que fume solo, pero al sacar la caja de cigarrillos sin darme cuenta tire mi credencial, la única que tenia.

Ya a algunos metros de la cabaña observamos la camioneta y las luces prendidas, esto fue genial ya que la poca preocupación que teníamos desapareció. Y ya un poco tomados, corrimos hacia la cabaña cuando observamos que en ella había personas vestidas como las que vimos en el pueblo… no eran nuestros amigos, ellos no estaban ahí. Daniel, se veía bastante nervioso, lo trate de calmar hasta que nos escucharon y en ese momento, algo golpeo mi cabeza.

Despierto y veo únicamente una vela al centro del cuarto, este estaba oscuro y una persona se veía a lo lejos. Trate de hablar y no pude, un dolor recorrió mi cuerpo. ¡Tenia cocidos los labios! Gemí de dolor y pataleé, una risa se escucho del otro lado del cuarto.
Era mi novia! Se encontraba con una capa ropa y un cuchillo en sus manos, éste se encontraba ensangrentado. Mis nervios no me dejaban, necesitaba pensar pero este dolor no me lo permite.

Tomo un respiro y observo la habitación, estaba oscura pero había una vela en medio de la habitación, la mujer al otro lado del cuarto con el cuchillo, un bulto a sus pies. ¿Qué será eso? El bulto se mueve! Debe ser alguien! Estoy seguro, de repente escucho voces que vienen del cuarto de a lado y esta chica, llamada Violeta, se acerca a mi, toma el cuchillo y me corta en el pecho, el cuchillo se encuentra caliente, el dolor de los labios me mata, no voy a sobrevivir esto, es tanto el dolor que caigo desmayado.

Despierto y ya es de mañana, tengo los pies y manos atados, la habitación esta sola y no se escuchan ruidos cercanos. La cortada en el pecho me arde mucho pero ya es soportable este dolor además al parecer tengo los labios infectados. Intento ponerme en pie, después de algunos intentos lo logro y me acerco a una ventana, observo muchos árboles viejos, desperdicios de metal, mucha basura y un pequeño lago mas sucio que ese ríos de la ciudad. Ya no me encuentro en la cabaña. ¿A dónde me han traído?